Lo que debes saber al hacer un LIVE en redes sociales

Sucede regularmente que cuando decidimos iniciar un en vivo desde Facebook Live, Periscope o Youtube algunos de los tantos canales que miles de usuarios pueden usar para hacer streaming, es decir, realizar una difusión rápida de cualquier contenido en audio o vídeo. Este tipo de difusión está siendo muy utilizada por influencers así como televisoras y radios online.

Esta tecnología optimiza las descargas y reproducción de contenidos con gran peso de audio y vídeo sin que éstos sean interrumpidos, por lo que muchos usuarios pueden verlos desde diferentes lugares; sin embargo, se suelen cometer errores que hacen que la transmisión pierda interés o simplemente no se complete.

De acuerdo a expertos en tecnología, el streaming comienza su funcionamiento cuando el usuario se conecta desde su reproductor ( Windows Media, Apple TV, Netflix) al servidor o proveedor web que disponga de Internet Information Server, Tomcat, Apache, entre otros.

Seguidamente, en la PC del usuario, se crea un buffer de datos donde se almacena el fichero recibido, el cual al llenarse una fracción del mismo, se puede empezar a escuchar o ver la transmisión mientras en segundo plano se siguen descargando los demás datos.

Muchas personas atraves de la red, así como usuarios o marcas que transmiten de forma independiente desde sus canales, cometen errores al hacer streaming. Entre los  errores más comunes se encuentran:

Configuración incorrecta del codificador, el cual establece el formato de la emisión. Éste de estar ajustado como Flash Vídeo H.264 y el audio AAC.

El nombre con el cual se titula la emisión no es igual al configurado por el codificador, por lo que debes comprobar su sincronización.

No hacer una promoción previa del streaming a realizar.

Un guión de contenido no preparado con antelación.

No decir nada interesante al iniciar la emisión, que capte la atención de quienes están conectados.

Cobertura insuficiente, donde el vídeo o audio se carga muy lentamente produciendo estrés en los usuarios y se desconecten.

Configuración incorrecta del tamaño de resolución, si esta es muy baja no se emitirá ningún vídeo.

Error en JavaScript, si éste tiene constantes actualizaciones, los datos no se guardan en caché al recargarse.

Inadecuada velocidad de bits tanto en el audio como en el vídeo, afectando el envío correcto de datos.

Utilizar contenidos de terceros que violentan los derechos de autor.

Principalmente se debe contar con equipos tecnológicos actualizados, una efectiva conexión a internet y realizar una previa preparación de los contenidos que se tratarán en la transmisión, pero también dependerá del medio a través del cual se hará el streaming.

La conexión a internet del equipo debe alcanzar por lo menos los 600Kbps y así garantizar una subida exitosa; asimismo, utilizar una cámara MiniDV para mejor calidad de vídeo, un micrófono adecuado y una tarjeta de audio de alta calidad como la SoundBlaster.

Hoy por hoy y el uso por distintos clientes o seguidores, el streaming se ha masificado a medios como Instagram, Facebook y Twitter, lo que amplifica sus beneficios, tales como:

Distintas plataformas para su realización, dependiendo del tipo de audiencia, gustos u objetivos.

Cercanía al público, tal como lo hacen muchas marcas interesadas en conocer en vivo a su público, sus opiniones, dudas. Se humaniza la marca.

Obtener fidelización de la audiencia, al mostrar interés por conocerla y acercarse a la misma, además se puede obtener más seguidores.

Tener un feedback inmediato con la audiencia.

Se pueden conectar usuarios de distintos lugares, se tiene mayor alcance.

Los medios de comunicación como la televisión y radio, veían como una posibilidad lejana; sin embargo, ante los grandes avances de la tecnología, esa brecha se minimiza gracias a la incorporación de la transmisión en vivo y directo de audio o vídeo a través de Internet.

De esta forma, el streaming se ha convertido en una herramienta importante para el mundo de las comunicaciones, debido a que ofrece la oportunidad de realizar reportajes en vivo, entrevistas, eventos sociales o deportivos, en fin, todo aquello que pueda capturarse en tiempo real y que tiene gran demanda entre el público.